¿A quién no le gustan las historias sobre mundos alternos donde todo se comporta distinto a lo que conocemos, donde habitan las criaturas más fascinantes y donde los escritores dan rienda suelta a la máxima expresión de su creatividad?
Querido lector, es un gusto volver a compartir este espacio de tinta y papel o de pixeles; si no es la primera vez que nos lees, en columnas anteriores hablamos de galaxias, de Einstein y sus anillos espaciales y recordarás quizás que desmenuzamos un poquito esa conexión entre lo mágico-fantástico y la ciencia. Si esta es la primera vez que vuelas con nosotros, ajusta tu cinturón y ten a la mano tu casco de viajero interdimensional ya que estamos por aventurarnos en una travesía de mundos alternos y las teorías físicas que nos dicen que en realidad no es tan imposible la existencia de otras dimensiones. Así que “Tripulación en cabina, armar rampas y cross check”, nos preparamos para el despegue.
Una de las dimensiones alternas más famosas tanto en matemáticas y física como en literatura y pintura es la Cuarta Dimensión. Nuestro mundo se rige por tres que conocemos (3D): alto, ancho y profundo. Pero siempre se ha especulado de una cuarta. En la física y la Teoría de la relatividad es el tiempo, los escritores la plasman como una realidad alterna y en las artes plásticas inspiró el cubismo creado por Pablo Picasso y Georges Braque.
Muchas de las películas y series literarias de todos los géneros han explotado este concepto, desde el matemático Charles L. Dodgson que, además de catedrático en la Universidad de Oxford, escribió Alicia en el País de las Maravillas bajo el pseudónimo de Lewis Caroll; la película Interestelar; y mis videojuegos favorito de la infancia para Xbox, la Blinx: The Time Sweeper y Blinx 2: Masters of Time and Space, que se consideró juego 4D ya que desde el personaje de Blinx, un gatito barredor del tiempo, es el jugador quien tiene los controles para regresar, pausar, acelerar, etc. E ir cumpliendo misiones contra monstruos y malvados cerditos pirata espaciales.
En pocas palabras, lo mantuvimos en el límite de lo posible solo en la ficción. No obstante la física no se detuvo ahí y por décadas y décadas se ha intentado desentrañar la cuarta dimensión. Einstein la catalogó en su teoría de la relatividad no como algo alterno sino como una función ligada a la curvatura del tiempo y el espacio que solo podríamos recorrer -dijeran los Robinson en la película de Disney- “caminando hacia el futuro”.
En el 2018 se publicaron dos estudios en la revista Nature cuya intención era explorar cómo se comportaría un evento en la cuarta dimensión bajo el efecto Hall. El primero por los científicos Zilberberg, Huang y Guglielmon; el segundo por Lohse, Schweizer, Price, Bloch y nuevamente el Dr Oded Zilberberg.
Tuvieron que llevar los experimentos al diminuto mundo cuántico de las partículas subatómicas utilizando fotones –partículas de luz- para emular cómo funcionaría en 4D y aunque aseguraban que no era tan preciso como un sistema de cuatro dimensiones real, el hallazgo nos permite darnos una idea; aunque actualmente no podamos aplicarla para hacer algo útil, en palabras del propio Zilberbeg.
En la Teoría de cuerdas, seguro que ya habrás escuchado este término en la Serie Big Bang theory ya que a Leonard y Sheldon les encantaba hablar de ella, nos podría plantear cómo funcionaría esta cuarta dimensión. Aunque hasta ahora no se ha podido comprobar. Realmente en ella se explica que se necesitarían mínimo 9 –y no 4 como pensamos- para que la gravedad se porte bien, pero si nuestro mundo es en 3D, o tres dimensiones, ¿dónde están las demás?
Si hay más dimensiones tendrían que ser extremadamente pequeñas, tanto que no son medibles ni podemos acceder a ellas como en nuestras historias de ciencia ficción favorita. Como tu suéter tejido favorito o un carrete de hilo: de lejos parece una sola línea sólida, pero si observas un hilo bajo la lupa verás que en realidad son varias fibritas diminutas enrolladas para formar una sola hebra. Sería igual con las dimensiones, en nuestros ojos y escalas solo vemos tres porque somos muy grandes y no podemos observar aquellas que son increíblemente diminutas
No obstante, esta incertidumbre alimentará siempre el lado artístico para seguir creando historias donde personajes exploran estas dimensiones y dejar volar la imaginación imaginándose cómo se comportarían ahí las leyes de la física; mis favoritos siempre serán de Lewis Caroll, ¿cuál es tu película o libro de ciencia ficción favorito sobre otras dimensiones? Escríbenos un comentario en nuestra página de artmilenarios.wixsite.com o compártenos una foto vía Instagram o Twitter con el hashtag #ViajerosDimensionalesM21
¡Hasta la próxima y que tu vida esté siempre llena de magia!
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