“Hasta la persona más pequeña puede cambiar el curso del futuro” – Dama Galadriel.
Querido lector, es un placer para mí encontrarnos de nuevo en este espacio de papel y tinta (o de “unos y ceros” si nos lees digitalmente). Después de ver graduaciones, sonrisas de abuelitos que ya vacunados ven por primera vez a sus nietos y ligeras gotas de lluvia que hacen al pasto oler a noches de campamento, me encuentro positiva de que pronto volveremos a la normalidad. Hoy me gustaría compartirte otra buena noticia, ya nos la merecemos.
Para este punto ya estarás queriendo hacer trampa y escanear este texto para saber por qué he elegido justamente este título. Lamento decepcionarte pero tristemente Einstein no interpretará a Gandalf en la nueva adaptación de la saga, pero no te despegues para saber de qué va.
Cuando nuestro querido científico publicó su Teoría de la Relatividad —Describe cómo se comporta el espacio-tiempo en ausencia de gravedad— a principios del siglo XX, primeramente le tacharon de loco, y es que se trataba de una propuesta tan revolucionaria para su época que marcó el fin del tiempo de Newton.
Al inicio de este artículo podrás observar una frase del Señor de los anillos, ¿Einstein cambió el curso del futuro con su teoría? La respuesta es que sí; gracias a él se introdujeron conceptos como la invariabilidad en la velocidad de la luz, la dilatación del tiempo, la contracción de la longitud, entre otros.
No obstante, no fue hasta junio de este año, que el Dr Thomas Collett, del Instituto de Cosmología y Gravitación de la Universidad de Portsmouth, publicó un estudio en la revista Science comprobando la teoría de Einstein sobre los anillos usando la tecnología del VLT (Very Large Thelescope).
Las fotografías obtenidas por la combinación de los dispositivos nos roban el aliento, se tratan de la imagen resultante y alterada de una galaxia que se encuentra detrás de la galaxia ESO 325-004, nuestro vecino cercano.
Se predecía que los objetos alteraban el espacio-tiempo a su alrededor y desviaban la luz. La ESA (European Space Agency) explicó en términos menos rebuscados que la luz que nos llega de una galaxia lejana se verá distorsionada pero más brillante por culpa de una más cercana a nosotros.
La galaxia cercana actúa como una lente (como un vaso con agua que modifica la imagen si vez a través de él) y el aro que podemos ver se llama Anillo de Einstein, que es dicha galaxia rodeando a la lejana, como vemos en el modelo.
Históricamente este es un logro impresionante para la humanidad y estoy segura que el mismo Einstein estaría orgulloso.
En palabras del propio Collet: "Ésta es la prueba más precisa de la relatividad general fuera de la Vía Láctea realizada hasta la fecha".
El equipo de Collet utilizó tanto datos del Hubble de la NASA, como del Telescopio Muy Grande, VLT, en el Cerro Paranal en Chile.
Querido lector, mi niña interior está dando brincos de alegría por saber un poquito más de aquellos puntitos que vemos durante las noches sobre nuestras cabezas. Pero volveré un segundo a la frase del inicio. Lo cierto es que Albert Einstein era un mortal como tú y como yo que ahora es el Señor de los Anillos Galácticos, nunca abandones tus sueños e inquietudes de curiosidad; tú podrías ser quien cambie nuestro futuro. Sueña grande.
No puedo esperar a saber qué otro secreto descubriremos del inmenso cosmos que nos rodea. Hasta la siguiente aventura y no olvides platicarme en nuestras redes qué te pareció y dejarme algún dato curioso o anécdota, ¡me encantan!
Hasta la próxima y que tu vida esté siempre llena de magia.
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