Que tal mis queridos lectores, ha pasado el tiempo desde la última vez que escribí para ustedes, en este tiempo me aventuré a estudiar diversos temas históricos, lo cual me hizo preguntarme, ¿Por qué muchos menosprecian la historia?, Dice la tradición que quien no conoce su pasado está obligado a repetirlo. Una de las principales razones por las que es importante aprender historia es evitar cometer los mismos errores que llevaron al desastre a la sociedad en el pasado.
La historia es una ciencia que nos permite conocer ese pasado para entender el presente que vivimos y construir nuestro futuro. Una de las principales razones por las que es importante estudiar historia en la actualidad es para entender el cambio de la sociedad actual y cómo surge la sociedad en la que vivimos.
Es importante que las personas se vinculen con la realidad de su país que les ayude a construir una sociedad mejor. Saber de la actualidad, no es preocuparse sólo de los programas de televisión, las redes sociales o los juegos en red… es buscar en profundidad las razones para explicar la propia identidad, para comprender la moral de la sociedad, para entender a la gente, pero, sobre todo, para tener un criterio propio a la hora de analizar las interpretaciones contradictorias que surgen en el día a día.
Aprender historia despierta la curiosidad. No hay que dejarla de lado porque ayuda a que entendamos mejor los procesos sociales, los inventos o los descubrimientos científicos. Este saber nos resultará más fácil a la hora de inventar o desarrollar cosas nuevas, sin tener que empezar desde el principio. Y de ahí, otra razón más por la que es importante aprender historia.
En una sociedad como la actual, donde prima la inmediatez, nos preguntamos si la carrera de historia tiene futuro. Y es que la historia no es una de las ramas de la ciencia que puede, por ejemplo, salvar una vida con un trasplante de corazón. Los efectos de su conocimiento se ven a más largo plazo. Así, una persona que aprende historia se la considera como alguien culta y refinada, frente a aquellos que no saben nada de la materia y se les tacha de iletrados.
A todos nos gustan los relatos bien contados. Revelan cómo funcionan las personas y las sociedades, plantean cómo son las situaciones de las personas en otros tiempos y lugares, nos ayudan al entendimiento humano. Pero también son un ejemplo de cómo evoluciona cada sociedad y deja su huella en la historia del arte, en los edificios… y también en elementos intangibles como las costumbres y las tradiciones. Y si se ahonda suficientemente en las raíces de esos relatos, se puede llegar a conocer la identidad de cada persona, de dónde venimos y cómo se explica nuestra realidad actual.
Pero quizá el elemento más significativo por el que aprender historia es importante es que esta materia ayuda a pensar. Las vueltas que han dado las sociedades desde la prehistoria hasta la actualidad han profundizado en la diversidad, en la contradicción, en el uso del poder para imponer… y conocer cuáles han sido esos caminos nos ayuda a consolidar nuestro propio criterio sobre la sociedad. Algunos teóricos señalan que la historia es como una rueda de molino que siempre vuelve. El valor de la historia radica en conocer nuestra identidad como personas y sociedades, y encaminar nuestros pensamientos hacia esa diversidad son las claves para forjarnos un futuro mejor.
En Despertar del Sur
En Diario 21
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