“No quiero vivir en un mundo donde una hija vale menos que un viento favorable hacia Troya”. (Psique después del asesinato de Ifigenia, Psique y Eros – Luna McNamara)
La mitología griega ha sido desde sus comienzos el objeto de estudio e inspiración de múltiples disciplinas; sus relatos han marcado la historia de civilizaciones y sus personajes son inclusive emblemas de marcas comerciales que portamos día a día. Y, pese a que algunos de sus mitos son simplemente fábulas con criaturas aladas, grifos, titanes y sirenas, otras son comparables con situaciones que son relevantes y verídicas aún después de tantos siglos.
Medusa es sin duda uno de los personajes más reconocidos en todas las adaptaciones como el monstruo con cabello en nido de serpientes y con el poder de convertir en piedra a quien le mirase a los ojos. Esa es la descripción con la que la mayoría crecimos y no es raro que en la mayoría de sus adaptaciones sea representada como un villano, una antagonista o simplemente un monstruo más a decapitar para continuar con la trama.
Medusa
No se nos cuenta de la ninfa, sacerdotisa de la diosa Atenea, bella por naturaleza y muy devota a orar desde temprano en el templo de la diosa; tampoco se nos cuenta de Poseidón -tan terrible como su hermano Zeus- quien al descubrir su rutina fue en su búsqueda y abusó de ella. Aquel acto en el templo enfureció a la diosa quien castigó a la sacerdotisa y no al perpetrador, convirtiéndola en gorgona para que ningún hombre pudiera mirar su belleza sin convertirse en piedra. No se nos cuenta como embarazada de Poseidón y dentro de su propia casa, Prometeo fue a decapitarla con el propósito de ostentar su cabeza como trofeo y ofrenda a Atenea y así ganarse su favor.
Medusa en el templo de Atenea - Nicole Asunción
Perseo
Historias contadas una y otra vez por tantos siglos y las noticias siguen siendo las mismas, mujeres vulneradas cuyas voces son calladas, quienes son señaladas por aquello que les hicieron o cuestionar incluso la veracidad de su relato. Me pregunto, ¿qué hubiera pasado si el mundo no protegiese a los hombres? ¿Hubiese Atenea castigado a Poseidón tornándolo en el monstruo que ya era por dentro? ¿Se tomarían represalias sociales, laborales y legales por aquellos acosos en lugares donde las mujeres están desprotegidas y en desventaja?
Se podría escribir volúmenes enteros con todas las historias de terror que cada mujer tiene para relatar, que cada víctima que ha sido silenciada con una etiqueta de “monstruo” y una reputación de que “ella se lo buscó”. Situaciones que no cesarán de existir hasta que cada uno decida actuar y tener tolerancia cero al respecto.
El mito de Medusa pudo haber sido muy diferente si hubiese encontrado apoyo en Atenea, no dejemos que las víctimas que crucen nuestro camino se vuelvan gorgonas, ¡alza la voz, ofrece una mano o un simple “yo te creo”. Si tienes en tus manos el poder de ayudar y hacer un cambio, no lo ignores y dale un “giro a la trama”.
¡Hasta la próxima y que tu vida esté siempre llena de magia!
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