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Marvel, una prueba de que lo imposible se puede lograr

  • Elías Othoniel Arriola Catalán
  • 18 dic 2021
  • 4 Min. de lectura

Que tal mis queridos lectores, es un gusto estar una vez escribiendo para todos ustedes.

Hace unos días ha sido estrenada en cines: ‘Spider-man No way home’, la que, considero es hasta el momento la película más esperada del 2021, una película que ha sido motivo de teorías, filtraciones y que hoy por hoy está siendo un éxito tanto en critica, como en taquilla.

Pero, no se preocupen, que hoy no estaremos hablando de la película ni haciendo spoilers de ella, para quienes aun no la han visto puedan disfrutarla de la mejor manera.


Parte del éxito que, no solo esta cinta, sino la gran mayoría de películas pertenecientes a Marvel Studios se debe a una persona; Kevin Feige, quien es la mente maestra detrás de este universo cinematográfico que tanto éxito ha tenido, y que ha querido ser replicada por diferentes estudios cinematográficos sin éxito.



Pero, ¿a que se debe el éxito de este estudio en particular? El Universo cinematográfico de Marvel (MCU) comenzó a construir sus cimientos a finales de los años 90, momento en que la industria de los cómics en Estados Unidos pasaba por su peor momento en una crisis donde las ventas caían hasta un 70%.

La racha negativa era tal que varias editoriales terminaron desapareciendo. El camino se dividía en dos caminos: vender o morir.

Con esa dura decisión fue que Marvel optó por vender los derechos de sus personajes más importantes en condiciones desfavorables, pero con la necesidad de obtener dinero para no desaparecer. Las cosas eran inciertas para aquella fábrica de ideas fundada por Martin Goodman, pero en la década del 2000 la historia cambiaría luego de que, tras años de intentos fallidos, se estrenaran las películas que representaron el inicio de un nuevo interés por los superhéroes.

Aunque muchos atribuyen el principio del éxito a Iron Man, estrenada en 2008, fue gracias a las trilogías de X-Men y Spiderman que comenzó lo que sería este universo que daría grandes ganancias para las productoras de cine; no así para Marvel.



Las cosas parecían ir más que bien para las casas productoras que habían comprado a bajo precio los derechos de los superhéroes; sin embargo, esto no era lo mismo para Marvel quien volvía a enfrentar dificultades al no poder renegociar los derechos de sus personajes y obtener mejores ganancias de las películas.

Tras varios cambios en la empresa y el nombramiento de Joe Quesada como el editor en jefe, Marvel tomó tres grandes decisiones que repercutirían positivamente: reeditar las mejores historias en tomos recopilatorios; la creación de un nuevo sub-sello editorial que se conocería como la línea “Ultimate” y relanzar los personajes para captar la atención de las nuevas audiencias.

Gracias a la expectativa que se había generado por las nuevas cintas X-Men o Spiderman, el interés de la gente por conocer las historias de los superhéroes regresaba. Esto permitió a Marvel relanzar historias como Los Vengadores o los Guardianes de la Galaxia, que en ese momento eran de las historietas menos conocidas, gracias a esa generación de nuevas historias para personajes poco explorados, directores, guionistas y actores lograron contar con la suficiente libertad creativa para darles vida en la pantalla grande. Así es como nace la exitosa película Iron Man 1 con Robert Downey Jr.


El éxito de Iron Man era innegable con ganancias de 585 millones de dólares, pero dentro de esta película habría otro elemento que generaría un ‘boom’ en la industria: las escenas post-créditos

Estas escenas fueron un elemento clave para el desarrollo de las historias dentro del cine. La idea surgió cuando el director de la película Jon Favreau decidió añadir una escena al final en los créditos donde Samuel L. Jackson aparecía interpretando a Nick Fury, quien a través de un diálogo sugería la creación del equipo de Los Vengadores.

Esta apuesta desembocó en que un par de años después llegara la secuela de Iron Man donde se repetiría el éxito recaudando 623 millones de dólares.

Ya con el éxito en marcha, 2010 significó para Marvel una nueva etapa gracias a la compra de Disney, quien adquirió la editorial en 4 mil millones de dólares. Esta compra significó más presupuesto para que en 2011 vieran la luz las primeras películas de Thor y Capitán América, que bajo la misma fórmula crecieron la relación entre los personajes con guiños entre películas.

Detalles ocultos y escenas post-créditos, prepararon el terreno para que en 2012 llegara la primera película de Los Vengadores, con una ganancia de más de mil millones de dólares.

Las historias que Marvel lanzó a lo largo de los años no fueron coincidencia. Marvel y Disney supieron entender cuáles eran las oportunidades con las historias que tenían y lograron crear un plan que apostara por la continuidad.

A pesar de que los años y títulos pasan, el directivo Kevin ha confesado una de las claves del éxito. Además, mencionó cómo se mantiene con el mismo vigor sobre sus obras, como si fuera aún el primer día que las hace.


«Me encanta comprar merchandising, pero la única razón por la que querrías hacerlo es si la serie o la película fuera tan poderosa y conectaras tanto con ella que quisieras ampliar la experiencia… y cada vez que hemos seguido nuestros instintos, el público nos ha acompañado. Además, es un testimonio de los ochenta años de publicaciones, y de la forma en que los personajes que Stan [Lee] y Jack [Kirby] y Steve [Ditko] y todo el mundo crearon han crecido, cambiado y evolucionado. Estoy entusiasmado ahora como lo estaba el primer día. Todo esto es un testamento para los personajes, y para el público”, comentó el ejecutivo.

Lo que nos enseña esta historia es que siempre debes pensar que, si tienes una idea, esta siempre es buena y tiene un valor, pero si no planeas, prevés y ejecutas bien, puede que las cosas no salgan como lo deseas.

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