De alguna manera extraña hemos llegado a Octubre, ¡Sin duda han de ser los viajeros del tiempo jugando con los controles de nuevo! Querido lector, nos acercamos poco a poco al final del 2021, parece surreal lo rápido que han transcurrido estos casi dos años de pandemia.
Sin importar la edad que tengamos, en algún momento de nuestras vidas nos ha tocado escuchar o jugar algún tipo de videojuego; arcade, de rol, estrategia, deportivos, acción, simulación. Los videojuegos han revolucionado la vida de todas las personas directa o indirectamente, ya sea que te guste tomar un mando y apretar botones o compartas memes o tiktoks con alguna referencia.
Octubre es el mes de la salud mental y, enlazando un poco ambos temas, el encierro y la incertidumbre tuvieron repercusiones monumentales en ella; el aislamiento social incubó en todos sin excepción un grado de ansiedad y depresión, no es nada raro ya que pasamos colectivamente por una situación traumática. Insomnio, irritabilidad fácil, poca paciencia, el que ya no encontremos placer en cosas que antes disfrutáramos o inclusive malestar estomacal son algunos ejemplos de este cuadro.
Por fortuna, justo cuando la soledad comenzaba a aplastarnos, la humanidad hizo lo que sabe hacer mejor: buscar maneras de conectarnos. Al inicio de la cuarentena te compartí el artículo de “¿Distanciamiento social en la era de las redes?” y ahora vengo a complementar con esta segunda parte. Y es que los videojuegos se volvieron una manera tan natural de convivir a tiempo real con nuestros amigos. Sin importar si se trataba de Among Us o Smash Bros o cualquier otro multijugador en línea, enlazábamos una llamada grupal y aquella brecha de kilómetros desapareció.
Esto no solo alivió esa necesidad de socializar, para muchas personas esto les salvó inclusive la vida. La tasa de suicidios tristemente fue muy alta al inicio del 2020 según el censo epidemiológico de la Secretaría de Salud que tan solo de enero a junio reportó más de 2,130.
Realicé una pequeña encuesta vía historias de Instagram (después de tener poco éxito con el formato tradicional) preguntando a jugadores dos variables: La primera; si habían sentido ansiedad, soledad o incluso lidiado con depresión durante la pandemia y la segunda, si los videojuegos (como jugador o comentando en los streams) habían ayudado a reconectarse.
El resultado reveló que el 67% de los votantes habían encontrado alivio y consuelo en participar activa o pasivamente de partidas de juegos de video de algún tipo.
¿Qué hace que sea tan llamativo y refrescante el estar frente a una pantalla, en algún ambiente virtual? Puede ser que por unos breves momentos nos alejamos de nuestra realidad, nuestras inquietudes y cambiamos de piel; interactuamos con nuestros amigos, el personaje camina y salta por nosotros y sin darnos cuenta todo mal que pueda ocurrir fuera de la pantalla se vuelve ajeno a nosotros. Podemos tomar un respiro después de estar tanto tiempo bajo el agua.
No obstante, todo en exceso es malo. Recuerda que es importante tomar descansos de la luz y el brillo de la pantalla, pararse a caminar y estirar la espalda después de estar mucho tiempo en una misma posición o encorvado y no saltarse comidas o idas al baño. También quiero recalcar que, aunque conectar con nuestros amigos virtualmente es muy bueno, nada puede sustituir por completo el salir y convivir responsablemente en el mundo real.
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¡Hasta la próxima y que tu vida esté siempre llena de magia!