Ya nos encontramos en el marco del festejo del día de la madre en nuestro país, la mayoría de nosotros hemos estado planeando por semanas el regalo perfecto para sorprender a nuestra mamá en un día tan especial ¿Cuál es el regalo perfecto para esa mujer maravilla? ¿Qué se merece esa mujer quien durante mucho tiempo nos ha alentado a seguir adelante con sus besos y regaños? ¿Qué le puedo ofrecer a quién me ha servido la comida caliente y siempre sabe en dónde he dejado las cosas?
Querido lector, me da gusto tenerte de nuevo en esta columna, en esta ocasión he hecho un descubrimiento impactante, tal vez para muchos pase desapercibido pero para ojos de quien no lo ven va a ser tan sorprendente e interesante como para mí lo es.
Sucede que después de días de observación me di cuenta que hay un ser que nunca desaparece, yo creía que aparecía cada año pero he estado completamente equivocada.
He despertado un día como todos y he tomado la camisa planchada desde el ropero de mi habitación, quise ponerme mis tenis limpios pero no tienen puestas las agujetas, ya voy tarde y no tengo tiempo para poder ponérselas así que me tengo que poner otro calzado y eso me ha hecho molestar un poco. Al entrar a la cocina está ya el desayuno pero no tengo mucho tiempo para sentarme así que mientras me coloco los audífonos salgo apenas dando un bocado para salir corriendo de casa.
De camino me doy cuenta que en mi lonchera hay algo que no me gusta comer ¿por qué tiene que ser un huevo con jamón? Los amigos de mi escuela siempre llevan ensaladas de frutas con figuras curiosas que adornan sus trozos de sandía, otros llevan emparedados con rellenos que ni siquiera puedo pronunciar. He olvidado el material que me han solicitado en la escuela para la manualidad del día de las madres porque no estaba dentro de mi mochila esta mañana. Los ensayos para el número artístico del 10 de mayo van bien, todos están en la cancha con coreografías laboriosas y otros más en el salón de canto con las mañanitas.
Al regresar a casa ni tiempo he tenido de comer ya que tengo partido de futbol, solo tomé mi uniforme limpio, mis tenis ya con agujetas, la maleta con mi ropa limpia para que después del entreno me vaya a una reunión con mis amigos de la escuela.
He llegado tarde a casa y estoy tan cansado que solo me he duchado y he caído rendido en la cama. ¿Tenía tarea para mañana? No importa.
Al otro día nada parece cambiar, sólo que me he levantado muy temprano, y no me lo van a creer, mamá es quién está despierta desde muy temprano planchando los uniformes, ya ha preparado el desayuno y no solo eso, también están hechas las loncheras con comida caliente, los materiales del colegio en mi mochila por que ayer me enojé bastante porque los olvidé en casa. Eché un vistazo al patio y mi uniforme de fut está lavado y tendido. No sé desde qué hora está despierta mamá.
Al llegar al colegio les he contado a mis amigos lo que he visto en la mañana. ¡HE VISTO A MAMÁ! Ella es real, yo la vi, no aparece cada 10 de mayo para darle regalos, manualidades de escuela, un “te amo” o un “te quiero mamá”, no reaparece para cantarle las mañanitas y una vez al año llevarla a comer, comprarle un vestido, zapatos o un electrodoméstico.
Mis amigos me miraron asombrados y me han dicho que me he vuelto loco. “Mamá solo aparece una vez al año” me han tratado de convencer, no les he hecho caso porque yo la he visto esta mañana. Y es ahí, mientras sentado en el recreo he destapado mi sandwich de huevo cuando he resuelto el acertijo. Mamá existe, siempre ha estado el resto del año, está detrás del lavadero con la ropa de la semana, los uniformes y la ropa del fut, estaba también frente a la estufa pasando horas cocinando el desayuno, la comida o la cena, ha estado siempre en las mañanas alistando todo para salir corriendo al mercado o al trabajo, es ella quien ha lavado los platos, recogido la casa, acomodando las camas e incluso el jardín. No la oímos por el ruido de nuestros audífonos ni la vemos por el brillo de nuestras pantallas, nuestros brazos no la abrazan porque hemos decidido abrazar a nuestros amigos del cole, esta todos los días a mi lado, queriendo recibir un te quiero un te amo o tan solo un gracias mamá. ¡INCREÍBLE! ¡HOY DESCUBRÍ A MI MAMÁ!
En Diario 21
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