Con sencillos trazos y colores vivos, Enrique Pichardo nos sumerge en su universo abstracto donde podemos entrar en contacto con nuestro niño interior. Aquí te compartimos todo lo que necesitas saber sobre este artista mexicano.
“No existe alguien que se tome más en serio una actividad que un niño jugando. Pintar es recobrar la actividad de jugar. Frente al lienzo no tienes edad ni problemas, solo importan las decisiones que debes tomar para componerlo. Esto te ofrece una paz, de una clase imposible de conseguir en otro lado. Por eso entiendo la pintura como un acto de salvación”. - Enrique Pichardo
Enrique Pichardo nació en la Ciudad de México el 17 de abril de 1973. Desde muy pequeño mostró interés por las artes plásticas, al crear sus propios muñecos y pasatiempos. Durante la secundaria y preparatoria, destacó entre su generación en concursos de artes plásticas y teatro, esto último lo motivó a iniciar su carrera universitaria en la licenciatura de Literatura Dramática y Teatro de la UNAM. En su breve, pero fructífera carrera como actor, llevó a cabo múltiples proyectos, de los cuales el más exitoso fue la puesta en escena de la obra “La vela de la Luna Loca”, escrita por el dramaturgo Adrián Sotomayor y ganadora del premio Plural en 1994.
Pese a sus triunfos actorales, en 1995 decidió salir de la carrera para enfocarse en su verdadera pasión: la Pintura. Es en ese mismo año que entra a la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado (ENPEG) “La Esmeralda”. Durante sus estudios, de 1995 a 2001 contó con la asesoría personal de la pintora Mónica Castillo. En 1998 decide fundar su propia empresa llamada “La Casa del Alebrije”, dedicada a crear y elaborar alebrijes de papel maché, que arrancó con una incipiente colección de 50 modelos. Hoy día, cuenta con más de 250 figuras de su autoría.
Alebrije basado en un cuadro de Paul Klee
Su propuesta artística es expresionista mexicana contemporánea. Rescata el simbolismo y la visión mágica y colorida de nuestros ancestros, además, hace homenaje a pintores nacionales reconocidos mundialmente, como son: Rufino Tamayo, Francisco Toledo, Rodolfo Morales, entre otros. En lugar de plasmar una imitación al mundo que vemos, Pichardo opta por expresar su propia percepción y sentimientos. La marcada preferencia por alejarse de la apariencia real de las cosas, utilizar figuras superpuestas y situar todos los objetos en un mismo plano, nos recuerda al icónico Pablo Picasso. Todo lo anterior, lo combina con una mirada de niño perpetuo, que traza sus formas con el desenfado, inocencia y asombro propias de la infancia, y al mismo tiempo se muestra abierto a influencias de la historia del arte, las cuales lo mantienen vigente, experimental y en transformación constante.
“Mi obra es muy infantil, muy automática, muy primitiva, muy llena de color, muy llena de errores. Ya ustedes la verán y la juzgarán, pero yo la hago con todo el corazón”. - Enrique Pichardo
Ha tenido presencia en los museos más importantes de la Ciudad de México: Bellas Artes, Frida Kahlo, Dolores Olmedo, José Luis Cuevas, Culturas Populares, San Carlos, además de contar con exportaciones a Estados Unidos, Europa y Sudamérica. Actualmente se exhibe en el Museo de Arte Popular (MAP) y es parte del portafolio de artistas en las galerías mexicanas: Madart, Casa 740, Expo by Expo Arte, Showroom Estudio Negro, Artroom talent, Galería 14.16, Bernardini, Arthouse Gallery, Mariana García, e internacionales: Galería Carey y AG18.
Dentro de sus colaboraciones laborales, se desempeñó como asistente creativo durante el año 2000 en la empresa Eureka imagen, dedicada a la elaboración de títeres, botargas y vestuarios, y en 2001 trabajó en diferentes compañías de diseño de escenografía teatral. Ese mismo año, tuvo su primera exposición colectiva en el Polyforum Cultural Siqueiros, a partir de la cual continúa con diferentes exposiciones colectivas e itinerantes en diferentes casas de cultura.
El 7 de febrero y 6 de marzo de 2020, participó en la exposición colectiva “Galería Errante”, mientras que el 19 de diciembre, lanzó su exposición individual ILUSORIO en la Galería Bernardini de Querétaro con más de 100 obras producto de su trabajo realizado durante el confinamiento obligatorio por la pandemia. Esta colección refleja la esencia e importancia de un artista, como ese ilusionista capaz de exteriorizar su alma, espíritu, sueños y percepción del mundo en su obra, transportándonos a otro universo.
A través de su pincel, Enrique Pichardo nos devuelve la ilusión, creatividad, curiosidad y libertad de nuestra infancia. Conoce más sobre este pintor y mantente al tanto de sus próximas obras en sus redes sociales.
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