¡Qué tal mis queridos lectores!, les saludo con gusto una vez más. Recientemente me encontraba navegando por internet, cuando una publicación de Facebook llamó mi atención. La publicación retomaba una vieja polémica que rondó las redes sociales hace aproximadamente un año, donde se puso sobre la mesa el tema del cambio racial que había tenido “La sirenita”, uno de los clásicos de Disney, y cuya decisión causó opiniones divididas entre los fans.
Algunos protestaban argumentando que se debía ser fiel al personaje animado, y respetar su origen danés, mientras que otro grupo comentaban que, en el libro original no se mencionaba la nacionalidad del personaje de Ariel, pues si bien el autor Hans Christian Andersen es danés, no hay referencia a que el personaje de Ariel también lo sea, diciendo que oponerse al casting de Halle Bailey en el papel de la sirenita, es racismo.
Entre tantos comentarios, hubo uno en particular que me llamo la atención, el cual decía lo siguiente: “Yo soy pelirroja, mi familia tiene esa peculiar característica, muchos de mis primos y tíos son de color rojizo. Ariel siempre fue mi princesa favorita, pues siempre me sentí identificada con ella. y ahora que la están reinventando fue cambiado su aspecto. ¿es el plan de Hollywood deshacerse de todos los pelirrojos?, ya no hay personajes pelirrojos, ¿Por qué nadie dice nada?”.
Definitivamente el comentario me puso a pensar, y me di cuenta que, en efecto, los personajes pelirrojos están siendo exterminados de la mayoría de las producciones de cine y televisión, personajes de comics como: Mary Jane, Iris West, Wally West, Jimmy Olsen, Star Fire, entre otros, en sus medios de origen eran personajes pelirrojos, pero ahora en sus nuevas adaptaciones son personajes afroamericanos. ¿Dónde queda la diversidad entonces?
Indagando un poco más sobre el tema, me percaté que las personas no ven como “racismo” la exclusión de los pelirrojos, pues al ser de piel blanca, ellos no son excluidos y no hay un racismo, por ende, consideran que no afecta el color de un actor al interpretar a un personaje, siempre y cuando su actuación sea lo mejor.
Pero se olvidan de algo, los pelirrojos conforman únicamente el 2% de la población mundial, en la edad media eran considerados de mala suerte, las mujeres con estas características eran consideradas brujas y las asesinaban aun sin tener pruebas en contra de ellas, pues bastaba tener el cabello rojizo para creer que estaban relacionadas con el infierno.
Durante muchos años las personas pelirrojas fueron oprimidas, y hoy en día están volviendo a ser excluidos y reemplazados para dar a la industria más “diversidad”.
No me malentiendan, estoy a favor de la inclusión, pero siempre y cuando no sea forzada y mucho menos exceptúe a otro grupo de individuos, pues de nada sirve una inclusión si esta a su vez excluye.
Por el momento, la industria seguirá este camino, y la mayoría de los personajes pelirrojos que pudimos llegar a conocer, serán reemplazados. Hasta que alguien alce la voz y cree un movimiento similar al “black lives matter”, que ya es una realidad, pues el movimiento “ginger lives matter” busca la igualdad y ser también representados en las grandes esferas del entretenimiento, pero lamentablemente ellos no están siendo escuchados por ahora, ¡black is the new Orange!
Me despido, no sin antes recordarles que nos pueden seguir en nuestras redes sociales para no perderse ninguno de nuestros artículos. Paz para todos.
