Por: Alfonsina Lair
Cuatro poetas nos enseñan que también entre líneas de letras se puede crear, llorar, romper y renacer. Incluso dentro del caos.
Cada uno de ellos crea un mundo diferente desde un escenario sin prejuicios, ni miedos, ni ataduras. Abordando temas como el futuro, el internet, la trasgresión, el dolor, el ser.
ELVIS GUERRA - (1993)
Lección para los amantes
Nos dijeron que el mundo es la tumba
de los que no saben que están muertos,
aquí se cultiva el cuerpo
y del corazón se alimentan los perros
que tienen sus casas en la memoria.
Nos enseñaron que las estaciones son cuatro,
pero ninguna nos pertenece.
Supimos del dolor
cuando caímos sobre un cactus
que en vez de espinas
hiere con amantes que se van sin volver la vista.
Para callar, tuvimos que envejecer
cuando apenas nacíamos,
cedimos el paso a los fantasmas
que devoran distancias,
nos quitamos la camisa
para que la muerte no nos reconociera,
caímos de pie,
la lluvia nos golpeó la espalda
y fue necesario despertar,
robarle suspiros a los que se han ido.
Nos despedimos en más de una ocasión.
Alguien dijo que las despedidas
son la otra cara que ofrece la muerte
en sus ratos de venganza.
Alguien nos llamó,
suplicó que no nos fuéramos,
pero nosotros para aprender a irnos, caminamos.
Y por primera vez, supimos
que no vale la pena morir
por ningún otro amante.
ALBA MAGARIÑO SAYNES - (1991)
Rezo
Tienen que caber todas las noches en mi cuerpo,
pero mi cuerpo no las quiere.
Las rechaza
como rechaza mi boca una manzana magullada.
Les dice No
y las noches se van,
se marchan a perseguir otros cuerpos,
otras bocas qué llenar con su lengua de piedra.
Yo me quedo mirándolas por detrás
y no veo que tengan ningún bulto deforme,
ninguna abolladura molesta en sus pieles de gato callejero,
no hay manchas en las noches más que las estrellas,
pero ellas no son manchas
y les digo que no.
¿Cómo se le llama a lo que no es una mancha?
¿De dónde sale tanta luz?
¿Qué castigo es éste
de verlas mientras estoy aquí,
abajo?
¿Dónde es que esconden las respuestas?
Van a desangrarse las luces
ahora que mis ojos las niegan.
Mis ojos: orificios negros
buscando despojar la noche honda.
¿Dónde es que es que esconden las respuestas?
Nada destruye los cuerpos como una pregunta
Tápenme entonces, ahora.
Cúbranme
para que no me encuentre la palabra,
esa que aplasta con todo el peso del silencio,
tan oscuro.
Díganme No y cállense al instante,
dejen que duerma hasta que el mundo
amanezca lleno de ausencias:
¿Así se le dice a lo que no es mancha,
así:
?
ABENAMAR AEZ - (2001)
Yo también soñé con el canto de los pájaros por la mañana.
También me arrancaron de las lagunas como el nenúfar fresco.
También olí flores de mayo con mi madre.
También camine sobre la plaza con mi abuela.
También quise un hombre en mi vida; yo siempre quise un padre.
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