Era el febrero del 2016, cuando en Morelia, Michoacán, el Papa Francisco se reunió con mas de 45 mil jóvenes mexicanos, y en esa ocasión dijo un mensaje muy claro, que los jóvenes ya no son el futuro de cualquier nación, son el presente y yo agrego, son quienes van a corregir los errores que las generaciones pasadas (y me incluyo) han cometido.
Desde los huracanes del 2013, los sismos del 2017 y demás catástrofes sociales y naturales, y lo digo así por que lo escuche de muchos adultos: “Una generación de la que no esperábamos nada, nos está dando el ejemplo del cómo hacer las cosas”, y así es, estas generaciones que muchos llaman de “cristal” o demás adjetivos que pueden llegar a ser denigrantes, pero que, con la conciencia plena, los usan no como una ofensa, si no como una fortaleza para poder seguir adelante.
Ahora, nos toca vivir momentos donde nos tocan las casas caras, los terrenos caros, los malos trabajos mal pagados, sin embargo, es no debe de ser una limitante, cuando nuestros padres nos dicen “Yo a tu edad ya tenía mi casa, ya trabajaba y mantenía esposa e hijo”, también ustedes como adultos deben de ser realistas ante este entorno que ahora vivimos.
Estas generaciones son conscientes de lo que vale el trabajo, priorizando sobre todo un elemento que otras generaciones pasadas no consideraban, la salud mental, poniendo por delante ser maltratados, humillados, siendo bien conscientes de lo que valen, sin embargo, estos mismos son los que conllevan a que muchos no sean contratados, pues al reconocer sus derechos, los patrones los tachan de alborotadores o que no son agradecidos con lo que se les da.
Estamos viendo cambios generaciones drásticos, niños que sorprendentemente a los cinco años ya comienzan a leer, que cada vez son más autónomos de los papas, sin embargo, vemos a jóvenes que se sienten abandonados por que a sus padres les toco trabajar a ambos y fueron criados por los abuelos, o que les toco vivir en una familia “no tradicional”, en algunos casos con las carencia de alguno de ellos.
El medio ambiente, en lugar de limitar en muchos casos ha sido un aliciente para que estos mismos crezca, yo que soy docente de bachillerato y de licenciatura, puedo decir que día a día veo grandes talentos y habilidades en muchos de mis alumnos, que en ocasiones solamente necesitan un “tú puedes”, un “yo confió en ti”, “hecha le ganas”, “confía en ti”, cabe destacar que cuando se los digo es por que ya vi algo en ellos que me hace pensar que esa persona vale la pena.
Hoy les escribo a mis alumnos, a estos jóvenes que tienen un pedazo de mi corazón para ellos (porque a pesar de que ya estén grandes siempre les recordare), por que en ellos veo ya no un futuro, en ustedes veo un presente inminente que puede y harán grandes cambios, cambios que no solo se verán afectados por breves limitaciones, sino que también podrán darse a conocer en otros aspectos no solo lo académico y lo laboral, espero también verlos destacar en el deporte, cultura, artes, derecho, entre otras áreas mas que solo ustedes pueden imaginar.
Su futuro es hoy, ustedes son los artífices de su futuro que solo basta con que lo sueñen y se haciendo pequeños planes que les vayan ayudando a crecer y desarrollarse, hay ocasiones en las que como en clase les dije, no siempre nuestros planes salen a la primera, inclusive tendremos un plan “B” o “C” en fin, letras el alfabeto tiene muchas o si no nos vamos con los números, en fin, formas de llegar a lo que queremos se puede, no es fácil pero cundo estén en la meta me sentiré orgulloso de ustedes y desde hoy ya lo estoy.
La confianza que se tengan, los buenos amigos que hagan, las buenas relaciones que puedan construir son impulsadores, pero no solo son todo, dijeran hay que saber soñar, no cuesta nada, pero así inician los grandes proyectos, solo quedara en ustedes el saberlo, en el estudio ya sea formal o informal, de una carrera o por gusto a algún tema, vas a encontrar diferentes bendiciones que te ayudaran a ser la gran persona que estoy seguro que serás.
La vida te tiene preparadas muchas sorpresas, desde retos muy tristes y deprimentes, pero después te llegaran muchas sorpresas que vas a decir “¿Cómo es que logre dudar de mí?”, y allí espero estar para decirte que siempre confíe en ti, a la distancia mi querido alumno, te mando un abrazo y a pesar de que copies en los trabajos, azotes la puerta, rompas vidrios, borres el pizarrón, grites en el salón, o simplemente seas como seas, se que hay un gran futuro en ti, y aunque me haga viejito de tu rostro me he de acordar y diré que vales la pena, cree en ti lo que muchos creemos en ti.
Con especial dedicación a esos alumnos que me han hecho parte de sus vidas, parte de sus sueños y parte de sus futuros.
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