2021: ¿Qué sigue?

Buenos días/tardes a todos, esperando se encuentren de lo mejor y hayan aprovechado las supuestas ofertas del buen fin, black friday y cyber monday. Finales de noviembre, se empieza a sentir fresco (o de plano el frío) y el espíritu navideño, festivo. Esa época en la que te sientes de buenas y no sabes exactamente porqué, entre la familia, amigos, vacaciones, año nuevo… todo ayuda.

El día de hoy quería traerles una nota amable, dejar de lado la politiquería, la nota roja y demás, pero a primera vista, y digo que así fue porque sólo me tomé 15 minutos, no encontré en los titulares una noticia de dicha naturaleza. Tal vez es demasiado temprano para publicar las “cosas buenas” del año, por otro lado, si encontré que los políticos siguen en dices y diretes, además de la violencia cotidiana por aquí y por allá.

Esto me lleva, a que en vísperas de la que para muchos es la mejor época del año, los invite a que, sobre todo, nos concentremos en nuestras familias. En cerrar dignamente este 2021 que es la segunda parte del 2020, un año nefasto para muchos (por no decir que todos) a partir de los estragos del bicho ese que ya ni mencionaré.

Hagamos una lista de pelis con ver con familia, amigos o pareja, organicemos una velada, un intercambio de regalos. Autorregalémonos algo bonito, algo que nos recuerde porque continuamos. Acerquémonos a platicar con viejos amigos. Esto, porque al final, sólo nos tenemos a nosotros mismos, a nuestro círculo. Posiblemente alguien partió en este año o el anterior, recordémoslo como lo especial que fue para nosotros.

No necesitamos nada externo o “especial” según la mercadotecnia nos quiera hacer creer. Estamos leyendo estas palabras y eso indica que estamos vivos, tenemos infinitas posibilidades de aprovechar nuestro tiempo con nuestros seres queridos. A diario pensamos en ellos y posiblemente estamos con ellos, pero la cotidianidad poco a poco nos roba la gratitud y conciencia de lo afortunado que somos.

Personalmente, este no ha sido mi año, estoy bien, mi familia por igual, pero hubo cambios que no tenía previstos. ¿Qué hacer ente estas sorpresas? Resiliencia, sólo eso. Aún no tenemos maquina del tiempo, así que, a continuar. Suena fácil, pero es un proceso largo, denso. Mientras tanto a ocuparnos y concentrarnos en los que aún nos rodean.

Vayan en paz hijos del nuevo milenio, he concluido.