¿Todo es culpa del gobierno de AMLO?

Por: Luis Enrique Mora Aldama - https://twitter.com/Luis_Aldam4

Hablemos de estadística, ciencia que utiliza conjuntos de datos numéricos para obtener, a partir de ellos, inferencias basadas en el cálculo de probabilidades. Otra de sus definiciones es: Estudio que reúne, clasifica y recuenta todos los hechos que tienen una determinada característica en común, para poder llegar a conclusiones a partir de los datos numéricos extraídos.

¿Por qué abrimos conceptualizando el término estadística? Porque dicha rama de las matemáticas ha sido la base del gobierno mexicano (al igual que de muchos otros gobiernos) para emitir los protocolos, disposiciones gubernamentales y recomendaciones a lo largo del actual proceso que implicó para nuestro país la propagación del virus SARS COV 2.

Vamos entendiéndonos mejor. Existe una ola de inconformidad contra el actual gobierno mexicano; aquí cabe mencionar que como ustedes saben, este espacio es ajeno a cualquier partido político o intereses afines; no obstante, es importante hacer una pausa objetiva para entender mejor algunos puntos.

Cómo lo podrán notar, son diversos los temas que llevan a un sector importante de la población calificar de ineficaz a la tan mediática 4T, en este momento, tomaremos uno de ellos para su valoración: Las supuestas “mentiras” del Dr. Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de prevención y promoción de la salud. Esto a partir de que cada vez se le señala más como responsable de que la situación sanitaria del país no mejore, su credibilidad se ha puesto en tela de juicio y con ella, la del gobierno federal ante la situación que aún no domamos, a la par de su eficacia para enfrentar un reto de esta magnitud.

Retomemos la estadística. En ella, se habla de población para referirse al conjunto de individuos donde centraremos nuestra atención, posteriormente, hablamos de muestra para referirnos a una fracción de ese mismo conjunto. Usualmente la población es demasiado extensa para ser estudiada en su totalidad, así que se recurre al muestreo para entender el comportamiento general, buscando patrones que expliquen los procesos y construir a partir de estos, conclusiones que nos ayuden a inferir la evolución de la población frente a la situación estudiada; es decir, prever su comportamiento. Aquí, es importante introducir un término más: Variable. Una variable es el término estadístico que define, entre otros factores, situaciones externas que perturban las predicciones del modelo estudiado, por lo que pueden repercutir en el resultado final; sin embargo, siempre se toman en cuenta para controlar su impacto.

Ahora, unamos todas las piezas. Se habla de que existen contradicciones cuando se habló del momento en que llegaríamos al pico de la epidemia de nuestro país, así mismo, de que no se calculó correctamente cuando debía terminar la jornada nacional de sana distancia, se especula que los números no son los correctos, ya no son fiables. ¿Entonces que fue lo que pasó?

Lo que ocurrió, estimado lector, fue que la variable: Cultura Mexicana, superó las expectativas. Te explico. Se nos pidió que nos quedáramos en casa, que no saliéramos, para evitar la propagación y crecimiento exponencial de los casos activos. Importante mencionar, esto nos permitiría afrontar la situación de mejor manera, no evitarla.

¿Qué hicimos nosotros? Naturalmente, no hicimos caso a las indicaciones. A través de las redes, nos dimos cuenta que hubo fiestas, vacaciones, marchas, salidas para comprar cerveza, salidas para protestar porque desafiliaron un equipo de futbol, visitas a familiares, salidas a correr o hacer deporte, etc. Hicimos de todo, pocos se quedaron en casa. El resultado, lo estamos padeciendo. La ola de contagios y defunciones no disminuye. Regresamos a una “nueva normalidad” en el punto más alto de la pandemia en nuestro país. El panorama, a este paso, no va a mejorar. Al menos no en un futuro cercano.

Entonces, más de uno a señala a las autoridades, incluso al mismo presidente, argumentando de porque el sí sale, pero si nos detenemos un momento a reflexionar de manera objetiva, ningún gobernante nos vino a infectar, es más, ni se han ido a parar a las ciudad y comunidades. Somos nosotros, cada uno de los ciudadanos, los que hemos hecho posible que México esté entre los primeros diez países con más defunciones, superando a China. “El presidente no pone el ejemplo” “Gatell nos está mintiendo” “El gobierno no nos ayuda” ¿Qué tan difícil era acatarse desde el principio?

No, el gobierno no nos mintió, porque nosotros vimos que el virus no era nada amigable, vimos en las noticias como otros países padecieron, ¿y que dijimos? “Aquí no va a llegar”, llegó a nuestro país y seguimos sin creer, llegó a nuestra ciudad y pensamos “Es otra enfermedad, dejen de espantar a la gente”. Ahora, que ya nos estamos ahogando, nos deslindamos diciendo: “El gobierno no estuvo a la altura”.

Por ello, te invito a que no te desgastes buscando culpables. La solución la tuvimos siempre en nuestras manos, y la seguimos teniendo. Tomemos nuestras precauciones, sigamos las recomendaciones: no salgamos si no es absolutamente necesario, cuidemos nuestra distancia y usemos cubrebocas, recordemos que el 80% de los portadores son asintomáticos. Aún no es tarde, hagámoslo por el bienestar personal y colectivo.

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Vayan en paz hijos del nuevo milenio, he concluido.