El gobierno mexicano ha sido muy apropiado en no meterse de ninguna forma en la política del país norteamericano, así como esa nación se quedó al margen de las elecciones mexicanas en 2018. Entre vecinos, es mejor no opinar sobre lo que pasa dentro de la casa del otro, sino más bien, discutir temas que tienen que ver con los espacios comunes.
El demócrata Joe Biden podría ganar las elecciones de acuerdo con las encuestas que lo mantienen arriba desde comienzos de 2020, a pesar de los problemas personales que enfrenta, como las acusaciones de acoso sexual por parte de una antigua subordinada suya, Tara Reid, o su polémico hijo Hunter Biden, acostumbrado a protagonizar portadas con titulares poco favorables. La prensa estadounidense ha señalado estos elementos en más de una ocasión como uno de los mayores peligros que enfrenta su campaña electoral.
De no lograr la reelección Donald Trump, el presidente más impopular de la historia, para otro mandato de cuatros años, significaría una gran derrota para el partido Republicano, pero, ¿qué pasaría en la relación con México?
El candidato Joe Biden, promete apoyar a los migrantes que ingresen a la frontera, ya que aportan a la economía estadounidense y crean empleos. Por el contrario, el mandatario actual se ha encargado de ganar más enemigos que aliados en su paso al frente de la nación norteamericana. Debido a su oposición a la migración ilegal, se prevé que continúe con intentos para disminuir el cruce de migrantes a su territorio. En cambio, Biden, está a favor de impulsar el programa «Dreamers» que Trump clausuró. Este proyecto proporcionaba protección migratoria a niños que crecieron en Estados Unidos de América.
Pero no todo es indigno, Donald ha discutido en el Congreso una extensión del plan de estímulos fiscales para fortalecer la economía a causa de la pandemia de Covid-19. Esta propuesta podría favorecer a la economía mexicana, puesto que uno de los motores de crecimiento para México han sido los envíos de manufacturas a Estados Unidos. Por otro lado, Biden podría detener la economía de Estados Unidos por el Covid-19 y crear tensiones por la política centralista del gobierno Mexicano.
Sin embargo, la visita que realizó el presidente Andrés Manuel López Obrador a la Casa Blanca, dio a conocer que la relación con Trump es, hasta cierto punto, cordial y pueden llegar a acuerdos. ¿Sería lo mismo con Joe Biden como presidente? En cuestión energética el plan de López Obrador y el plan de Biden, van por lados contrarios.
El presidente Obrador hizo un Plan Nacional para la Producción de Hidrocarburos, con el que busca reactivar a la industria petrolera y rescatar Petróleos Mexicanos (Pemex), este fue presentado a inicios de su mandato, en diciembre de 2018. En cambio, Biden en su campaña estadounidense, anunció el plan Revolución de energía limpia y justicia ambiental, para apoyar a las energías limpias, la cual consiste en inyectar 2 billones (trillions) de dólares durante los cuatros años de mandato. Por su parte, nuestro país está fortaleciendo lo más posible a Pemex y CFE, mientras que la inversión para energías limpias fue detenida a mitad del año por la Secretaría de Energía (SENER), lo que alertó de inmediato a Canadá y a los países que integran la Unión Europea. Esto ya depara aspiraciones distintas entre Joe Biden y López Obrador, que solo en la práctica veríamos qué consecuencias pueden tener.
Reflejando que ambos casos deparan una situación compleja para nuestra nación, pero que afrontaremos con resiliencia como lo hemos hecho. Ya lo decía el General Díaz: “Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”.
Fuentes consultadas para fundamentar el artículo:
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-49839100
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